viernes, junio 02, 2006

Yo y mi blog

Tras navegar durante un par de años por cientos de blogs he llegado a la conclusión de que todos aquellos que expresamos a través de la red nuestras ideas o sentimientos compartimos una evidente necesidad de exhibicionismo insatisfecha. Tenemos, por ejemplo, a personas tímidas y de gran talento que no son capaces de demostrar en su vida cotidiana toda su valía y la descargan en pequeñas dosis de magia en sus diarios cibernéticos. Y también a otro tipo de gente, la hay por doquier, que pretende obtener en la red el reconocimiento a una brillantez que no posee por mucho que se esfuerce. En este caso, además, se trata de esa clase de individuos que avasallan, y casi nunca son avasallados, y que sin duda disfrutan más releyendo los mensajes de su propio blog que navegando para hallar en este universo infinito que es Internet los numerosos espacios en los que puedes disfrutar de un post capaz de invitarte a reflexionar sobre tu propia vida, eso sí, partiendo de las circunstancias de una vida ajena.

Es evidente que me considero ajeno a ambos grupos. Aunque, claro, no soy yo quien debe juzgarlo. Ni tengo el talento que nos regalan los primeros ni la necesidad de exhibirse que derrochan los segundos. Es más, creo que en esta materia he sido siempre un voyeur, como dice Laura, "una especie de crítico profesional", porque he pasado horas y horas escudriñando las opiniones ajenas sin aportar nada propio. Esto no quiere decir que me sienta obligado a saldar una deuda. Todo lo contrario. No tengo la más mínima duda de que seguiré leyendo mucho más de lo que escribo. Pero como es mi segundo post, me sentía en la obligación de justificar la existencia de esta pequeña ventana hacia mi interior y explicar, grosso modo, quién soy.

Ahí va: me apasionan los deportes, porque tienen un lado épico que la vida perdió hace años, al menos en los países en los que no morimos de hambre; disfruto fumando; me encanta ofrecer y que me ofrezcan una sonrisa, aun cuando las cosas se ponen feas (sobre todo en esos momentos); me cuesta amar; leo mucho menos de lo que me gustaría; trabajo mucho más de lo que debería; me encanta el cine, aunque quizá sea incapaz de apreciar el arte que encierra y me quede en los sentimientos que transporta; me gusta la música, y pensar cómo viviría cada momento intenso si fuese como en las películas y pudiera ponerle una banda sonora; me gustan las habas, la cerveza y los embutidos; odio andar; me resisto a pensar que jamás llegaré a jugar en la NBA o a convertirme en una estrella de rock, aunque no tengo habilidad para tocar instrumento alguno y canto como un demonio (además me faltan 20 centímetros... de altura); las resacas hace tiempo que me duran más de un día; y persigo cualquier cosa que consiga hacerme llorar, aunque sea algo triste, porque sólo así puedo sentirme vivo.

3 Comments:

Blogger Holden said...

Posees el secreto de la felicidad porque, además del coraje para enfrentarte a las cosas, tu capacidad para emocionarte es un aval prodigioso (e insuperable).
Me gusta tu blog.

5:41 p. m.  
Blogger Melpómene said...

Es cierto que hay de todo por aquí, de hecho más que dos grupos de blogueros... y agobia un poco, porque hay demasiado que leer -a riesgo de que se funda el chip- y además hay gente muy interesante y que escribe estupendamente (y eso para los inseguros es una invitación a irse, jaja). Yo en muchos de los blogs he visto gente que se busca a sí misma y busca a otros, y entre algunos se hn generado pequeñas comunidades. Y me gusta.

11:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

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9:31 p. m.  

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